Reflexione hoy sobre cómo reacciona cuando se pone a prueba su fe

Los judíos se peleaban entre ellos y decían: "¿Cómo puede este hombre darnos su carne para comer?" Jesús les dijo: "De cierto, de cierto os digo que, a menos que comas la Carne del Hijo del Hombre y bebas su Sangre, no tendrás vida dentro de ti". Juan 6: 52–53

Ciertamente, este pasaje revela mucho acerca de la Santísima Eucaristía, pero también revela la fuerza de Jesús para decir la verdad con claridad y convicción.

Jesús enfrentaba oposición y crítica. Algunos estaban molestos y desafiaron sus palabras. La mayoría de nosotros, cuando estamos bajo el control y la ira de los demás, daremos un paso atrás. Estaremos tentados a preocuparnos en exceso por lo que otros dicen sobre nosotros y por la verdad por la que podemos ser criticados. Pero Jesús hizo exactamente lo contrario. No cedió a las críticas de los demás.

Es inspirador ver que cuando Jesús enfrentó las duras palabras de otros, respondió con mayor claridad y confianza. Tomó su afirmación de que la Eucaristía es su cuerpo y sangre al siguiente nivel al decir: "Amén, amén, te digo que si no comes la carne del Hijo del Hombre y bebes su sangre, no tienes vida dentro de ti ". Esto revela a un hombre de máxima confianza, convicción y fuerza.

Por supuesto, Jesús es Dios, por lo que debemos esperar esto de Él. Sin embargo, es estimulante y revela la fuerza que todos estamos llamados a tener en este mundo. El mundo en que vivimos está lleno de oposición a la verdad. Se opone a muchas verdades morales, pero también se opone a muchas de las verdades espirituales más profundas. Estas verdades más profundas son cosas como las hermosas verdades de la Eucaristía, la importancia de la oración diaria, la humildad, el abandono a Dios, la voluntad de Dios sobre todas las cosas, etc. Debemos ser conscientes de que cuanto más nos acercamos a nuestro Señor, más nos rendimos a Él y cuanto más proclamamos Su verdad, más sentiremos la presión del mundo que intenta robarnos.

¿Asi que que hacemos? Aprendemos de la fuerza y ​​el ejemplo de Jesús: cada vez que nos encontramos en una posición desafiante o cuando sentimos que nuestra fe está siendo atacada, debemos profundizar nuestra determinación de ser aún más fieles. ¡Esto nos hará más fuertes y convertirá esas tentaciones que enfrentamos en oportunidades de gracia!

Reflexione hoy sobre cómo reacciona cuando se pone a prueba su fe. ¿Retrocedes, temes y permites que los desafíos de los demás te influyan? ¿O fortalece su determinación cuando es desafiado y permite que la persecución purifique su fe? Elija imitar la fuerza y ​​la convicción de nuestro Señor y se convertirá en un instrumento más visible de su gracia y misericordia.

Señor, dame la fuerza de tu creencia. Dame claridad en mi misión y ayúdame a servirte sin descanso en todas las cosas. Nunca puedo acurrucarme frente a los desafíos de la vida, pero siempre profundizo mi determinación de servirte con todo mi corazón. Jesús, creo en ti.