Reflexiona hoy sobre tu voluntad de seguir a Jesús

Y otro dijo: "Te seguiré, Señor, pero primero déjame despedirme de mi familia en casa". Jesús respondió: "Nadie que pone la mano en el arado y mira lo que queda es apto para el Reino de Dios". Lucas 9: 61-62

La llamada de Jesús es absoluta. Cuando nos llama, debemos responder con total sumisión de nuestra voluntad y con abundancia de generosidad.

En la Escritura anterior, Dios tenía la intención de que esta persona siguiera a Jesús de inmediato y por completo, pero la persona duda al decir que quiere ir a saludar a su familia primero. Suena como una solicitud razonable. Pero Jesús deja claro que está llamado a seguirlo de inmediato y sin dudarlo.

No es seguro que tenga nada de malo despedirse de su familia. La familia probablemente esperaría tal cosa. Pero Jesús aprovecha esta oportunidad para mostrarnos que nuestra prioridad número uno debe ser responder a su llamado, cuándo llama, cómo llama y por qué llama. En el maravilloso e incluso misterioso llamado a seguir a Cristo, debemos estar listos para responder sin dudarlo.

Imagínese si una de las personas de esta historia fuera diferente. Imagínese si uno de ellos fuera a Jesús y le dijera: "Señor, te seguiré y estoy listo y dispuesto a seguirte ahora mismo sin calificaciones". Esto es ideal. Y sí, la idea es bastante radical.

En nuestra vida, lo más probable es que no recibamos el llamado radical de dejar literalmente todo atrás e ir a servir a Cristo en una nueva forma de vida. ¡Pero la clave es nuestra disponibilidad! ¿Estas dispuesto?

Si lo deseas, comenzarás a descubrir que Jesús te llama diariamente a cumplir su misión. Y si lo desea, verá todos los días que su misión es gloriosa y fructífera sin medida. Es simplemente una cuestión de decir "Sí" sin dudarlo y sin demora.

Reflexione hoy sobre su voluntad de seguir a Jesús. Póngase en esta Escritura y reflexione sobre cómo respondería a Jesús. Lo más probable es que vea vacilación. Y si ves vacilación en tu corazón, trata de rendirte para estar listo para lo que sea que nuestro Señor tenga en mente para ti.

Señor, te amo y quiero seguirte. Ayúdame a superar cualquier duda en mi vida al decir "Sí" a Tu santa voluntad. Ayúdame a discernir tu voz y aceptar todo lo que dices todos los días. Jesús, creo en ti.