Reflexione hoy sobre su experiencia de descubrir el Reino de Dios

"El reino de los cielos es como un tesoro enterrado en un campo, que una persona encuentra y vuelve a esconder, y con alegría va y vende todo lo que tiene y compra ese campo". Mateo 13:44

Aquí hay tres cosas para pensar con respecto a este pasaje: 1) El Reino de Dios es como un "tesoro"; 2) Está oculto, esperando ser encontrado; 3) Una vez descubierto, vale la pena renunciar a todo lo que se necesita para obtenerlo.

Primero, es útil reflexionar sobre la imagen del Reino de Dios como un tesoro. La imagen de un tesoro trae consigo varias lecciones. Un tesoro a menudo se considera suficiente para enriquecerlo si se encuentra. Si no fuera tan valioso, no se consideraría un tesoro. Entonces, la primera lección que debemos tomar es que el valor del Reino de Dios es grande. De hecho, tiene un valor infinito. Sin embargo, muchas personas lo ven como algo indeseable y eligen muchos otros "tesoros".

En segundo lugar, está oculto. No está oculto en el sentido de que Dios no quiere que lo descubramos; más bien, está oculto en el sentido de que Dios no quiere que lo descubramos. Nos está esperando, esperando ser descubierto y aplaudido cuando lo encuentren. Esto también revela la gran emoción que se siente al hacer este auténtico descubrimiento del Reino de Dios entre nosotros.

Tercero, cuando alguien descubre las riquezas del Reino de Dios y las riquezas de la vida de la gracia, la experiencia debe ser tan inspiradora que haya pocas dudas al elegir renunciar a todo para obtener lo que se ha encontrado. ¡Qué alegría hay en llegar a la conciencia de la vida de gracia y misericordia! Es un descubrimiento que cambiará la vida y conducirá a abandonar todo lo demás en busca del nuevo tesoro que se ha descubierto.

Reflexione hoy sobre su experiencia de descubrir el Reino de Dios ¿Se ha dejado sorprender por el valor de este tesoro? Si es así, ¿también ha permitido que el descubrimiento de esta vida de gracia lo atraiga tan profundamente que esté listo y dispuesto a renunciar a todo para adquirirlo? Ponga sus ojos en este regalo de valor infinito y permita que el Señor lo guíe en su búsqueda.

Señor, te amo y te agradezco el tesoro del Reino que me has preparado. Ayúdame a hacer este descubrimiento oculto todos los días de una manera más completa y estimulante. Cuando descubra este tesoro, dame el coraje que necesito para abandonar cualquier otro esfuerzo egoísta en la vida para poder buscar este único regalo. Jesús, creo en ti.