Reflexiona hoy sobre tu fe frente a las dificultades

José, hijo de David, no temas llevar a tu casa a María, tu esposa. Porque es por el Espíritu Santo que este niño fue concebido en ella. Ella dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados. Mateo 1:20

Qué hombre tan bendecido fue San José. ¡Fue llamado a ser el padre terrenal del Hijo de Dios y el esposo de la Madre de Dios! Debe haber admirado esta responsabilidad y, en ocasiones, debe haber temblado de santo temor ante una vocación tan grande.

Sin embargo, lo interesante a destacar es que el inicio de esta llamada parecía estar marcado por un escándalo evidente. María estaba embarazada y no era de Joseph. ¿Cómo puede ser? La única explicación terrenal fue la infidelidad de María. Pero esto era tan contrario a lo que José percibió. Seguramente se habría sentido bastante sorprendido y bastante confundido al enfrentarse a este aparente dilema. ¿Qué debería hacer?

Sabemos lo que decidió hacer al principio. Decidió divorciarse en silencio. Pero entonces el ángel le habló en un sueño. Y, después de despertarse de su sueño, "hizo como el ángel del Señor le ordenó y llevó a su esposa a su casa".

Un aspecto de esta situación para reflexionar es el hecho de que José tuvo que abrazar a su esposa y a su Hijo con fe. Esta nueva familia suya estaba más allá de la razón humana. No había forma de darle sentido simplemente tratando de descifrarlo. Tenía que afrontarlo con fe.

La fe significaba que tenía que confiar en la voz de Dios que le hablaba en su conciencia. Sí, estaba confiando en lo que el ángel le había dicho en el sueño, ¡pero eso era un sueño! ¡La gente puede tener todo tipo de sueños extraños! Su tendencia humana sería cuestionar este sueño y preguntarse si era real. ¿Fue realmente de Dios? ¿Es este niño realmente del Espíritu Santo? ¿Cómo puede ser?

Todas estas preguntas, y cualquier otra pregunta que hubiera surgido en la mente de San José, solo podrían responderse con fe. Pero la buena noticia es que la fe da respuestas. La fe le permite a una persona lidiar con las confusiones de la vida con fuerza, convicción y certeza. La fe abre la puerta a la paz en medio de la incertidumbre. Elimine el miedo y reemplácelo con el gozo de saber que está siguiendo la voluntad de Dios. La fe obra y la fe es lo que todos necesitamos en la vida para sobrevivir.

Reflexione hoy sobre la profundidad de su fe ante las aparentes dificultades. Si siente que Dios lo está llamando a asumir un desafío en su vida ahora mismo, siga el ejemplo de San José. Deje que Dios le diga: "¡No tengas miedo!" Le dijo a San José y te habla. Los caminos de Dios están muy por encima de nuestros caminos, sus pensamientos muy por encima de nuestros pensamientos, su sabiduría muy por encima de nuestra sabiduría. Dios tenía un plan perfecto para la vida de San José y también lo hace por ti. Camine por fe todos los días y verá cómo se desarrolla ese glorioso plan.

Señor, permíteme caminar por fe todos los días. Permite que mi mente se eleve por encima de la sabiduría humana y vea tu plan divino en todas las cosas. San José, ruega por mí para que imite la fe que viviste en tu propia vida. San José, ruega por nosotros. ¡Jesús, creo en ti!