Reflexione hoy sobre su motivación para el servicio amoroso a los demás

“Cuando hayas hecho todo lo que se te ha mandado, di: 'Somos siervos inútiles; hicimos lo que estábamos obligados a hacer ”. Lucas 17: 10b

Esta es una oración difícil de decir y es aún más difícil de entender realmente cuando se dice.

Imagínense el contexto en el que debe expresarse y vivirse esta actitud hacia el servicio cristiano. Por ejemplo, imagine una madre que pasa el día limpiando y luego preparando la comida familiar. Al final del día, ciertamente es bueno que se la reconozca por su arduo trabajo y se le agradezca por ello. Por supuesto, cuando la familia está agradecida y reconoce este servicio amoroso, esta gratitud es saludable y no es más que un acto de amor. Es bueno estar agradecido y expresarlo. Pero este pasaje no trata tanto de si debemos esforzarnos por estar agradecidos por el amor y el servicio de los demás, sino más bien de nuestra motivación para el servicio. ¿Necesitas que te agradezcan? ¿O proporciona un servicio porque es bueno y adecuado para servir?

Jesús deja en claro que nuestro servicio cristiano a los demás, ya sea en la familia o en algún otro contexto, debe estar motivado principalmente por un cierto deber de servicio. Debemos servir por amor sin importar la receptividad o el reconocimiento de los demás.

Imagínese, entonces, si pasara el día en algún servicio y ese servicio se prestó por el bien de otros. Así que imagina que nadie ha expresado gratitud por tu trabajo. ¿Debería esto cambiar su compromiso de servicio? ¿Debería la reacción o la falta de reacción de los demás impedirle servir como Dios quiere que sirva? Ciertamente no. Debemos servir y cumplir con nuestro deber cristiano simplemente porque es lo correcto y porque es lo que Dios quiere de nosotros.

Reflexione hoy sobre su motivación para el servicio amoroso a los demás. Intente decir estas palabras del Evangelio en el contexto de su vida. Puede ser difícil al principio, pero si puede servir con la mente de que es un "sirviente inútil" y que no ha hecho nada más que lo que estaba "obligado a hacer", entonces descubrirá que su caridad adquiere un carácter integral. una nueva profundidad.

Señor, ayúdame a servir libremente y con todo mi corazón por amor a ti y a los demás. Ayúdame a entregarme sin importar la reacción de los demás y a encontrar satisfacción solo en este acto de amor. Jesús, creo en ti.