Reflexione hoy sobre la enseñanza más difícil de Jesús con la que ha luchado

Jesús regresó a Galilea con el poder del Espíritu y su noticia se difundió por toda la región. Enseñó en sus sinagogas y fue alabado por todos. Lucas 4: 21–22a

Jesús acababa de pasar cuarenta días en el desierto, ayunando y orando antes de comenzar su ministerio público. Su primera parada fue en Galilea, donde entró a la sinagoga y leyó del profeta Isaías. Sin embargo, poco después de que se pronunciaran sus palabras en la sinagoga, fue expulsado de la ciudad y la gente trató de arrojarlo por la colina para matarlo.

Qué contraste tan impactante. Al principio Jesús fue "alabado por todos", como vemos en el pasaje anterior. Su palabra se ha extendido como la pólvora por todas las ciudades. Habían escuchado de Su bautismo y la Voz del Padre hablando desde el Cielo, y muchos sentían curiosidad y entusiasmo por Él. Pero tan pronto como Jesús comenzó a predicar el mensaje puro del evangelio y cuando Él comenzó a abordar la dureza de su corazón, se volvieron a Él y buscó su vida.

A veces podemos caer en la trampa de pensar que el evangelio siempre tendrá el efecto de unir a las personas como una sola. Por supuesto, este es uno de los objetivos centrales del Evangelio: unirnos en la Verdad como el único pueblo de Dios. Pero la clave de la unidad es que la unidad es posible sólo cuando todos aceptamos la verdad salvadora del Evangelio. Todas. Y eso significa que debemos cambiar nuestro corazón, dar la espalda a la terquedad de nuestros pecados y abrir nuestra mente a Cristo. Lamentablemente, algunos no quieren cambiar y el resultado es la división.

Si encuentra que hay aspectos de la enseñanza de Jesús que son difíciles de aceptar, piense en el pasaje anterior. Regrese a esta reacción inicial de los ciudadanos cuando todos hablaban de Jesús y lo alababan. Esta es la respuesta correcta. Nuestras dificultades con lo que Jesús dice y de lo que nos llama a arrepentirnos nunca deberían tener el efecto de llevarnos a la incredulidad en lugar de alabarlo en todo.

Reflexione hoy sobre la enseñanza más difícil de Jesús con la que ha luchado. Todo lo que dice y todo lo que enseñó es para tu bien. Alábelo pase lo que pase y permita que su corazón de alabanza le dé la sabiduría que necesita para comprender todo lo que Jesús le pide. Especialmente aquellas enseñanzas que son más difíciles de aceptar.

Señor, acepto todo lo que me has enseñado y elijo cambiar aquellas partes de mi vida que no se ajustan a tu santísima voluntad. Dame la sabiduría para ver aquello de lo que debo arrepentirme y ablandar mi corazón para que siempre esté abierto a Ti. Jesús yo creo en ti