Corrió el riesgo de morir de cáncer pero la mano de Benedicto XVI lo sanó milagrosamente

Con solo 19 años se arriesgó a morir de cáncer, entonces el encuentro milagroso con El Papa Benedicto XVI que le salva la vida y la transforma para él.

BENDICIÓN

Lo que te contamos hoy es la historia de Pedro Srsich originario de Denver, Colorado. Era 2012, cuando el joven y su familia volaron a Roma para un viaje organizado por la fundación "Pide un deseo“, que permite a los pacientes hacer realidad sus sueños.

Apenas llegaron se dirigieron a la plaza San Pietro para encontrarse con Benedicto XVI, cuando el niño, de pie en la fila, se dio cuenta de que casi todos tenían un regalo para el Papa, menos él. El padre en ese momento le sugirió que le diera su brazalete, con la inscripción "orando por pedro“, un regalo de un compañero de clase.

Pedro estaba en una condición desesperada. El tumor que lo aquejaba oprimía el corazón y no permitía que lo anestesiaran para realizarle las biopsias necesarias. Peter se había hundido en la depresión, el único momento de alivio que encontró cuando recibió eleucaristía.

SACERDOTE

El gesto del Papa XVI

Pedro estaba convencido de que sólo el fe podía salvarlo y esto lo había impulsado a ir a Roma. Cuando llegó el momento de conocer al Papa, debido al poco tiempo disponible, el niño solo pudo decirle que tenía cáncer. En ese momento Benedicto XVI le dio la bendición colocando las manos donde estaba ubicado el tumor.

Aunque el pontífice no sabía dónde estaba ubicado, puso sus manos justo en el lugar exacto. Desde ese día, año tras año, la enfermedad retrocedió hasta desaparecer por completo. Nunca se sabrá si esta curación se debió a Juan XVI, pero desde ese momento Pedro comenzó a madurar su vocación al sacerdocio.

en 2014 Peter entra en el seminario y permanece hasta su ordenación presbiteral en 2021. La católico de denver, una revista de su diócesis, habla de su devoción a la Eucaristía como un don que le ha dado Dios.