Rogando a Nuestra Señora de las Lágrimas de Siracusa que pida una gracia

Nuestra Señora de las Lágrimas, te necesitamos:

de la luz que irradia de Tu bondad, de la comodidad que emana de Tu corazón, de la Paz de la cual eres la Reina.

Confiados Le confiamos nuestras necesidades: nuestros dolores porque los consuela, nuestros cuerpos para sanarlos, nuestros corazones para estar llenos de contrición y caridad, nuestras almas para ser salvadas.

Recuerda, oh corazón inmaculado y triste, que frente a tus santas lágrimas Jesús no rechaza nada.

Dígnate, oh buena madre, para unir Tus lágrimas a las nuestras para que Tu Hijo divino nos conceda la gracia que te pedimos con tanto ardor.

¡Oh Madre del Amor, del dolor y la misericordia, escúchanos, ten piedad de nosotros!