San Carlo Borromeo, Santo del día 4 de noviembre

Santo del día para el 4 de noviembre
(2 de octubre de 1538-3 de noviembre de 1584)
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Historia de San Carlo Borromeo

El nombre de Carlo Borromeo está asociado a la reforma. Vivió durante el período de la Reforma Protestante y contribuyó a la reforma de toda la Iglesia durante los últimos años del Concilio de Trento.

Aunque pertenecía a la nobleza milanesa y estaba relacionado con la poderosa familia Medici, Carlo deseaba dedicarse a la Iglesia. En 1559, cuando su tío, el cardenal de Medici, fue elegido Papa Pío IV, lo nombró cardenal diácono y administrador de la archidiócesis de Milán. En ese momento, Charles era todavía un laico y un joven estudiante. Debido a sus cualidades intelectuales, a Carlos se le confiaron varios puestos importantes relacionados con el Vaticano, y más tarde se le nombró secretario de estado responsable del estado papal. La muerte prematura de su hermano mayor llevó a Carlos a tomar la decisión final de ser ordenado sacerdote, a pesar de la insistencia de sus familiares en que se casara. Inmediatamente después de ser ordenado sacerdote a la edad de 25 años, Borromeo fue consagrado obispo de Milán.

Trabajando entre bastidores, San Carlo merece el mérito de haber celebrado el Concilio de Trento en sesión cuando en varios momentos estuvo a punto de disolverse. Borromeo animó al Papa a renovar el concilio en 1562, después de haber estado suspendido durante 10 años. Se hizo cargo de toda la correspondencia durante la ronda final. Debido a su trabajo en el Concilio, Borromeo no pudo establecerse en Milán hasta la conclusión del Concilio.

Finalmente, a Borromeo se le permitió dedicar su tiempo a la Arquidiócesis de Milán, donde la imagen religiosa y moral estaba lejos de ser brillante. La reforma necesaria en cada fase de la vida católica entre el clero y los laicos se inició en un consejo provincial de todos los obispos bajo su mando. Se redactaron normas específicas para los obispos y otros eclesiásticos: si el pueblo se convertía a una vida mejor, Borromeo tenía que ser el primero en dar un buen ejemplo y renovar su espíritu apostólico.

Charles tomó la iniciativa al dar un buen ejemplo. Dedicó la mayor parte de sus ingresos a la caridad, prohibió todos los lujos y se impuso severas penitencias. Sacrificó la riqueza, los altos honores, la estima y la influencia para convertirse en pobre. Durante la plaga y la hambruna de 1576, Borromeo trató de alimentar de 60.000 a 70.000 personas al día. Para ello, pidió prestado grandes sumas de dinero que tardaron años en reembolsarse. Mientras las autoridades civiles huían en pleno apogeo de la peste, él permaneció en la ciudad, donde atendió a los enfermos y moribundos, ayudando a los necesitados.

El trabajo y las pesadas cargas de su alto cargo comenzaron a afectar la salud del arzobispo Borromeo, lo que provocó su muerte a los 46 años.

reflexión

San Carlos Borromeo hizo suyas las palabras de Cristo: "... tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, forastero y me acogiste, desnudo y me vestiste, enfermo y me cuidaste en la cárcel y me visitaste ”(Mateo 25: 35-36). Borromeo vio a Cristo en su prójimo y supo que la caridad hecha por los últimos de su rebaño era caridad hecha por Cristo.