San Juan Pablo II y la oración a Nuestra Señora de la Asunción

San Juan Pablo IIFue Papa de la Iglesia Católica, desde 1978 hasta su muerte en 2005. Durante su pontificado, dedicó todos sus esfuerzos a difundir la fe y el profundo amor a la Virgen María.

Papa

Oración una María de la Asunción es una práctica muy extendida en la tradición católica, que se dirige a la santa madre de Jesucristo tal como era asumido en el cielo en cuerpo y alma. San Juan Pablo II tuvo un vínculo particularmente estrecho con María durante su vida.

Desde su infancia, Il Papa ha demostrado una gran devoción hacia la Madre de Dios, aprendió desde joven un rezar el rosario y reflexionar sobre la vida de Jesús y María a través de las diversas lecturas de la Biblia. Esta práctica de oración le dio una profunda conciencia de la presencia de María en su vida y le ayudó a crecer espiritualmente.

Durante su pontificado, San Juan Pablo II fortaleció el vínculo entre la iglesia Católica y María. Escribió numerosas cartas apostólicas sobre la Virgen. En estas obras expresó su amor y devoción, invitando a los fieles a acercarse a ella como madre y modelo de fe.

Madonna

La oración a Nuestra Señora de la Asunción es una de las oraciones más queridas por San Juan Pablo II. Esta oración refleja su profunda confianza en la intercesión de María y su convicción de que Ella está cerca de nosotros, en cuerpo y espíritu.

La oración de San Juan Pablo II

O Lupita, Madre de Dios y Madre nuestra, subiste al cielo, asumiste la gloria y ahora estás junto a tu Hijo, radiante de luz y de amor.

Te rogamos, Madre Celestial, interceder por nosotros con tu Hijo, consíguenos la gracia recorrer el camino de la santidad, amar y servir a Dios con todo mi corazón.

Sé nuestro guía y protector, Ayúdanos a seguir el ejemplo de humildad y confianza en Dios, que nos has dado con tu vida y nos enseñas a ser fieles discípulos.

Oh María Asunta al Cielo, te encomendamos nuestras intenciones y nuestras oraciones, estamos seguros de que las llevarás al trono de Dios y nos obtendrás la gracias que necesitamos.

Oh María, Madre de la Iglesia, escucha la nuestra. Pedir ayuda, acoge nuestra súplica y llévanos a la bienaventuranza eterna contigo en el cielo.

Amén.