La sangre de San Gennaro y las explicaciones de los científicos.

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La historia de la sangre de San Gennaro, es decir, de la licuefacción periódica -tres veces al año: en vísperas del primer domingo de mayo, el 19 de septiembre y el 16 de diciembre, así como en circunstancias particulares como la de la visita del Papa Francisco- de su reliquia conservada en la Catedral de Nápoles, es controvertida. El primer episodio documentado, contenido en el Chronicon Siculum, se remonta a 1389: durante las manifestaciones para la fiesta de la Asunción, la sangre de las ampollas apareció en estado líquido.
La Iglesia: no un "milagro" sino un "acontecimiento prodigioso"
Las mismas autoridades eclesiásticas afirman que la disolución de la sangre, siendo científicamente inexplicable, entra en la categoría de hechos prodigiosos, y no milagros, y aprueba su veneración popular pero no obliga a los católicos a creer en ella.
Componentes de la sangre
Desde 1902 es cierto que las ampollas contienen sangre, dado que un examen espectroscópico realizado por los profesores Sperindeo y Januario ha constatado la presencia de oxihemoglobina, uno de los componentes sanguíneos.
El experimento Cicap
En 1991 unos investigadores del Cicap - Comité italiano para el control de afirmaciones sobre lo paranormal - publicaron en la revista Nature un artículo titulado "Haciendo milagros sangrientos" adelantando la hipótesis de que el origen de la licuefacción es la tixotropía, que es la capacidad de algunos fluidos casi solidificado para pasar, si se agita adecuadamente, al estado líquido. Liderados por el químico Luigi Garlaschelli de la Universidad de Pavía, dos expertos (Franco Ramaccini y Sergio Della Sala) lograron replicar una sustancia que, en términos de apariencia, color y comportamiento, reproduce exactamente sangre como la contenida en las ampollas, proporcionando así una prueba científica. sobre la posibilidad de obtener una "disolución" similar a la que está en la base del fenómeno de San Gennaro. Las técnicas utilizadas fueron practicables, eventualmente, incluso en la Edad Media. Ocho años después, la astrofísica Margherita Hack, una de las fundadoras de Cicap, también reiteró que sería "solo una reacción química".
Verdadera sangre, las críticas científicas del Cicap
En 1999, sin embargo, el profesor Giuseppe Geraci de la Universidad Federico II de Nápoles respondió al Cicap quien explicó al Corriere del Mezzogiorno que la tixotropía mencionada no tenía nada que ver con ella, y que Cicap, negando la presencia de sangre en la reliquia porque en al menos un caso se habría obtenido un resultado idéntico sin material sanguíneo; en cambio, había adoptado la misma técnica utilizada por aquellos que no emplean el método científico. : «La sangre está ahí, el milagro no, todo proviene de la degradación química de los productos, que genera reacciones y variaciones incluso con las cambiantes condiciones ambientales». En febrero de 2010, el propio Geraci comprobó que, al menos en una de las ampollas, en realidad habría sangre humana.
Cuando no se derrite
La sangre de San Gennaro, sin embargo, no siempre se derrite a pesar de las largas esperas. Ocurrió, por ejemplo, durante las visitas de Juan Pablo II en 1990 (9-13 de noviembre) y de Benedicto XVI el 21 de octubre de 2007.