Santa Rita de Casia, patrona de los matrimonios

Margarita Lotti, conocida como Santa Rita, nació en 1381. Todavía en pañales realizó sus primeros milagros. Se cuenta que un día, mientras los padres de Rita estaban ocupados trabajando en el campo, habían dejado al bebé en la cuna debajo de un árbol. Unas cuantas abejas blancas zumbaban a su alrededor. Un granjero, que recientemente se había lastimado la mano, lo notó y trató de alejarlos con la extremidad lesionada. En ese momento sanó como por milagro y la herida desapareció por completo.

Santa

Los milagros de Santa Rita

Rita creció. Era una niña culta y devota. A la edad de 16 años, sin embargo, sus padres decidieron casarla con un hombre violento, de quien había 2 niños. El hombre fue asesinado por unos bandidos y posteriormente sus hijos también fallecieron a causa de una enfermedad.

Rita se quedó sola, buscó consuelo en la fe yendo a vivir a monasterio. En el monasterio Rita se hizo cargo de uno planta que cuando llegó era un simple trozo de madera. Con el tiempo y gracias a sus cuidados se convirtió en una espléndida vid que todos los años da a luz uvas blancas.

cascia

A lo largo de los años la veneración de Santa Rita por Cristo creció hasta el punto de querer experimentar sus propios sufrimientos. Y así sucede. Un día mientras contemplaba el crucifijo y miraba el corona de espinas, uno clavado en su frente. La cargó con sufrimiento durante 15 años, hasta el día de su muerte.

Unos días antes de morir, le pidió a su prima que le trajera una rosa y dos higos. El primo estaba un poco incrédulo ya que era invierno y las flores aún no habían florecido. Pero, habiendo llegado al campo de Rocca Polena, vio una rosa y 2 higos en la nieve. A partir de ese momento el rosa se convirtió en el símbolo de Santa Rita.

A los pocos meses murió y en su lecho de muerte vimos la llegada de abejas negras Un humilde carpintero devoto del Santo hubiera querido construirle un ataúd pero lamentablemente había perdido eluso de las manos. Ese día acercándose a su lecho de muerte para dar su último adiós, milagrosamente curado y pudo construirle el humilde cofre que le había prometido.