San Ireneo, santo del día 28 de junio

(c.130 - c.202)

La historia de Sant'Ireneo
La Iglesia tiene la suerte de que Ireneo estuvo involucrado en muchas de sus controversias en el siglo II. Era un estudiante, indudablemente bien entrenado, con gran paciencia en las investigaciones, tremendamente protector de la enseñanza apostólica, pero impulsado más por el deseo de conquistar a sus oponentes que por demostrarles que estaban equivocados.

Como obispo de Lyon, estaba particularmente interesado en los gnósticos, que tomaron su nombre de la palabra griega que significa "conocimiento". Al reclamar el acceso al conocimiento secreto impartido por Jesús a unos pocos discípulos, su enseñanza atrajo y confundió a muchos cristianos. Después de estudiar a fondo las diversas sectas gnósticas y su "secreto", Ireneo mostró las conclusiones lógicas que trajeron sus principios. Esto último contrastaba con la enseñanza de los apóstoles y el texto de la Sagrada Escritura, dándonos, en cinco libros, un sistema de teología de gran importancia para tiempos posteriores. Además, su trabajo, ampliamente utilizado y traducido al latín y al armenio, gradualmente puso fin a la influencia de los gnósticos.

Las circunstancias y los detalles de su muerte, como los de su nacimiento y su primera infancia en Asia Menor, no están claros.

reflexión
Una preocupación profunda y sincera por los demás nos recordará que el descubrimiento de la verdad no debe ser una victoria para algunos y una derrota para otros. A menos que todos puedan reclamar una participación en esa victoria, la verdad misma seguirá siendo rechazada por los perdedores, porque se considerará inseparable del yugo de la derrota. Y así, la confrontación, la controversia y cosas similares podrían dar lugar a una búsqueda real y unida de la verdad de Dios y de cómo se puede servir mejor.