Santo del día: beato Antonio Franco, vida y oraciones

02 de septiembre

BENDITO ANTONIO FRANCO

Monseñor Antonio Franco nació en Nápoles el 26 de septiembre de 1585 en una familia noble de origen español, como el tercer hijo de seis hijos. Desde muy joven manifestó una bondad particular y una fe viva y sincera, que pudo cultivar con el tiempo con oración asidua y diaria. A los veintiún años se sintió llamado al sacerdocio y fue enviado por su padre para continuar sus estudios eclesiásticos primero en Roma y luego en Madrid. En 1610, a la edad de 25 años, fue ordenado sacerdote. El 14 de enero de 1611 fue nombrado Capellán Real por el Rey Felipe III de España. En la corte de Madrid brillaron sus virtudes sacerdotales, tanto que el soberano mismo, que lo apreciaba profundamente, el 12 de noviembre de 1616 lo nombró capellán mayor del Reino de Sicilia, prelado ordinario y abad de la prelatura nulo de Santa Lucía del Mela. Estaba totalmente dedicado al cuidado de las almas, a la caridad hacia los pobres y enfermos, a la lucha contra la usura y la reconstrucción de la Catedral, para lo cual empleó su patrimonio personal, todo esto, junto con su intenso espíritu de oración y La penitencia, que también se expresó en mortificaciones corporales, le valió una gran reputación de santidad ya desde su muerte prematura, que no lo llevó hasta los cuarenta y uno el 2 de septiembre de 1626.

ORACIÓN

Oh beato Antonio, imagen que llega a los más necesitados, renovaste la Iglesia en verdad y paz.

Todos ustedes han construido al referirse a los valores eternos del Evangelio de Cristo, viviendo en fidelidad lo que se celebra con decoro en los misterios divinos.

Para nosotros, que recurrimos a su intercesión, renovamos hoy nuevamente las gracias que les pedimos: amor fiel, fructífero e inagotable por las familias, coraje y esperanza por los enfermos.

Asiste en las pruebas y hace que, amando a la Iglesia, podamos seguir los pasos de Jesucristo nuestro Señor.

Les ruego, el más fiel Siervo de Dios, Arzobispo Antonio Franco, en cuyo seno ardió una llama sublime de caridad hacia Dios y el prójimo, especialmente a los pobres. Les pido que recen al buen Jesús para que tenga compasión de mí, entre las muchas tribulaciones en las que me encuentro. Deh! Obtén para mí esta gracia que humildemente te imploro (deja que la gracia deseada se manifieste en silencio). Además, te pido perseverancia en el bien; odio al pecado; para escapar de las malas oportunidades y finalmente de una buena muerte. Si me lo concedes, el más fiel Siervo de Dios, ofrezco pan en tu honor a los pobres que tanto amabas en la tierra. Oh Monseñor Franco, con tu fuerte brazo protégeme en la vida y sálvame en la muerte.

Le pido, muy fiel Siervo de Dios Mons. Antonio Franco. Para ti, en cuyo seno ardía una llama sublime de caridad hacia Dios y el prójimo, especialmente los pobres. Les pido que recen al buen Jesús para que tenga compasión de mí, entre las muchas tribulaciones en las que me encuentro. Deh! Obtén para mí esta gracia que humildemente te imploro. Además, te pido perseverancia en el bien; odio al pecado; para escapar de las malas oportunidades y finalmente de una buena muerte. Si me lo concedes, el más fiel Siervo de Dios, ofrezco pan en tu honor a los pobres que tanto amabas en la tierra. Oh Monseñor Franco, con tu fuerte brazo protégeme en la vida y sálvame en la muerte.