Santa del día: Santa Maria Bertilla Boscardin

Santa del día, Santa Maria Bertilla Boscardin: Si alguien conoció el rechazo, el ridículo y la decepción, ese fue el santo de hoy. Pero tales pruebas solo acercaron a María Bertilla Boscardin a Dios y más decidida a servirlo.

Nacida en Italia en 1888, la joven vivía temiendo a su padre, un hombre violento propenso a los celos y la embriaguez. Su educación fue limitada para que pudiera pasar más tiempo ayudando en casa y trabajando en el campo. Mostró poco talento y a menudo era objeto de bromas.

Oración a todos los santos abogados por las gracias

En 1904 se incorporó a las Hermanas de Santa Dorotea y fue asignada a trabajar en la cocina, panadería y lavandería. Después de un tiempo, María recibió capacitación como enfermera y comenzó a trabajar en un hospital con niños con difteria. Allí la joven monja pareció encontrar su verdadera vocación: cuidar de niños muy enfermos y perturbados. Más tarde, cuando el hospital fue tomado por los militares. Durante la Primera Guerra Mundial. Sor María Bertilla atendió a los pacientes sin miedo, bajo la amenaza de constantes ataques aéreos y bombardeos.

Murió en 1922 después de sufrir un doloroso tumor durante muchos años. Algunos de los pacientes a los que había atendido muchos años antes estuvieron presentes en su canonización en 1961.

Santa del día, Santa Maria Bertilla Boscardin Reflexión: Este santo bastante reciente conocía las dificultades de vivir en una situación de abuso. Recemos a ella para que ayude a todos aquellos que sufren de cualquier forma de abuso espiritual, mental o físico.

Hasta que colapsa: el tumor se ha reproducido. “La muerte puede sorprenderme en cualquier momento”, escribe en sus notas, “pero tengo que estar preparado”. Nueva operación, pero esta vez nunca se vuelve a levantar y su vida acaba a los 34. Sin embargo, la irradiación continúa. En su tumba están siempre los que rezan, los que necesitan a la monja nodriza para los males más diversos: y llega la ayuda, de formas misteriosas. Con una vida oscura, María Bertilla es cada vez más conocida y amada cuando murió. Experta en sufrimiento y humillación, sigue dando esperanza. Sus restos se encuentran ahora en Vicenza, en la Casa Madre de su comunidad.