Si no tienes mucho tiempo para rezar, esta devoción te hace obtener grandes gracias

Para las personas que no se sienten cómodas orando durante mucho tiempo, existe una manera muy simple y fácil de acumular méritos para la eternidad y de atraer torrentes de gracias y bendiciones sobre sí mismos y sobre el mundo entero. Basta leer esta oración unas cuantas veces y luego ponerla en tu corazón, colocándola, si es posible, en el escapulario, y a menudo con la mano sobre él, con la intención de repetir lo que dice la oración misma y así hacer un acto de amor a Dios. satisface nuestra intención cuando va acompañada de un deseo sincero y un amor ardiente.

Dios mío, yo ... te prometo que tendrás hasta mi último aliento, hasta que mi corazón late, la intención de ofrecerte tantas veces, como los segundos del día, los granos de la arena de la Tierra, los átomos de el aire, las hojas de los árboles, las gotas de agua de los mares, lagos y ríos, los méritos de Jesucristo, sus ayunos, sus penitencias, su pasión dolorosa, su sangre adorable, sus humillaciones y Su muerte, todas las misas que se han celebrado y se celebrarán en el futuro, todos los méritos de las SS. Virgen, los trabajos de los apóstoles, la sangre de los mártires, la pureza de las vírgenes, las austeridades de los penitentes, las oraciones de la Santa Iglesia, en una palabra, todas las obras meritorias que se han hecho y se harán en el futuro para pedirle perdón tantas veces. de mis pecados, de los de mis parientes, de los de amigos y enemigos, de todos los infieles, de los herejes, de los judíos, de los malos cristianos; pedirle mi conversión y la de todos los pecadores que existen y existirán a continuación; pedirle la exaltación de la Iglesia, el cumplimiento de su adorable voluntad en la Tierra como en el Cielo; para pedirte la liberación de las almas del Purgatorio, especialmente las más abandonadas, de las almas de los Sacerdotes y de las almas más devotas de las SS. Corazones de Jesús y María, a favor de los cuales deseo ofrecerles todas las indulgencias de las buenas obras que haré hoy. Deseo agradecerles muchas veces, en mi nombre, en nombre de mis parientes y en nombre de todos los hombres que han sido y serán, de las gracias recibidas y de ser recibidas, conocidas y desconocidas, de los beneficios naturales y sobrenaturales con los que me han llenado. , me llenas todos los días y me llenarás hasta el final. Deseo agradecerle no solo por los beneficios que se me otorgaron, sino también por los otorgados a todos los hombres que han sido, son y serán.

Deseo agradecerles nuevamente por haber esperado tanto tiempo en penitencia para mí y para todos los pobres pecadores, y por habernos perdonado muchas y muchas veces.

En una palabra, tengo la intención de hacer del resto de mi vida un largo acto de expiación, de acción de gracias, de adoración, de impetración, es decir, un largo acto de amor.

Que yo, oh Dios mío, repare esto por todo el tiempo perdido y te dé tanta gloria como te he secuestrado.