Rompe todas las armas del maligno con esta corona. Promesa de Jesús

Hoy quiero compartir una corona dictada por Jesús donde se unen hermosas promesas. Esta oración que se dice con fe y perseverancia, además de permitirnos obtener gracias, es muy efectiva para la lucha contra el espíritu del mal.

Jesús dice: “El diablo siente aún más asco por el nombre de María que por mi Nombre y mi Cruz. No puede, pero trata de dañarme en mis fieles de mil maneras. Pero el eco del nombre de María solo lo pone en fuga. Si el mundo pudiera llamar a María, estaría a salvo. Invocar nuestros dos nombres juntos es algo poderoso para hacer que todas las armas que Satanás lanza contra un corazón que es mío caigan rotas. Las almas solas no son nada, debilidades. Pero el alma en gracia ya no está sola. Él está con Dios ".

Usa la corona del rosario.

En los granos grandes del Pater, recita: “¡Que la Preciosa Sangre de Jesús descienda sobre mí, para fortalecerme y, sobre Satanás, para derribarla! Amén."

En los pequeños granos del Ave recitan: "Dios te salve María, Madre de Jesús, te confío a ti".

Finalmente recite: Pater, Ave, Gloria.

Jesús el salvador
Mi señor y mi dios
que con el sacrificio de la cruz nos redimiste
y derrotaste el poder de satanás
por favor libérame / (libérame a mí y a mi familia)
de cualquier presencia malvada
y de cualquier influencia del maligno.

Te pido en tu nombre
Te pido tus heridas,
Te pido tu sangre
Te pido tu cruz,
Te pido la intercesión
de Maria Immacolata y Addolorata.

Sangre y agua
esa primavera de tu lado
ven a mí / (nosotros) para purificarme (purifícanos)
para liberarme / (liberarnos) para curarme / (curarnos).
Amén

Oh Augusta, reina del cielo y soberano de los ángeles,
a ti que recibiste de Dios
el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás,
humildemente pedimos enviarnos las legiones celestiales,
porque a tus órdenes persiguen demonios,
luchan contra ellos en todas partes, reprimen su audacia
y empujarlos de vuelta al abismo
Amén.

San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla
contra las trampas y la maldad del diablo,
Se nuestra ayuda.

Te pedimos mendigando
que el Señor lo ordene.

Y tú, príncipe de la milicia celestial,
con el poder que viene de Dios
conducir a Satanás y los otros espíritus malignos de regreso al infierno,
quienes deambulan por el mundo a la perdición de las almas.
Amén