Rezar al padre

PADRE, gracias porque me diste a Jesús, te ofrezco su oración, su Eucaristía, su pasión, muerte y resurrección.

Con Jesús y María, Reina de la Unidad, te ofrezco, PADRE, mi vida con sus sufrimientos y sus alegrías. Viste que hay muchas necesidades para hacer nuestro paso en la tierra, por lo tanto, tu Palabra viva, Jesús, nos dijo: "Todo lo que le pidas al PADRE en mi Nombre, Él te lo concederá ... Pídelo y obtendrás , para que tu alegría sea plena. El PADRE mismo te ama, porque tú me amas y crees que vine de Dios ”.

Lleno de confianza en su Palabra, el PADRE más inteligente, le pido el don de su Espíritu Santo para mí y para toda la Iglesia, y la fidelidad de mi amor tierno y filial por usted.

Padre, sé que, en nombre de Jesús, siempre me lo concedes. ¡Padre todopoderoso, te pido con Jesús que todos sean Uno en ti! Dale a nuestro Santo Padre, el Papa, los dones de luz y fuerza, y el triunfo de tu Reino a la Santa Iglesia.

Padre, sé que, en nombre de Jesús, siempre me lo concedes. Dulce PADRE, mírame, soy tu hijo de rodillas, te amo, concédeme esta gracia que necesito ... (nombra la gracia) y todas las gracias necesarias para mí, para todos mis seres queridos y para todos los hermanos del mundo. , presente y futuro.

Padre, sé que, en nombre de Jesús, siempre me lo concedes. PADRE, mi dulce y tierno PADRE, mira con bondad y misericordia a mí, tu hijo: que tu maravillosa liberalidad se manifieste a mí y a todos los hermanos del mundo, para cantar tu gloria.

Padre, sé que, en nombre de Jesús, siempre me lo concedes. PADRE, manifiesta PADRE a todos los que se encomiendan a mis oraciones, y a todos los que necesitan conversión y salvación.

Padre, sé que, en nombre de Jesús, siempre me lo concedes. PADRE, quiero cumplir tu Voluntad, todas tus voluntades, pero se PADRE conmigo y trátame como un hijo de Tu Amor.

Padre, sé que, en nombre de Jesús, siempre me lo concedes. PADRE misericordioso, dame la gracia de la salvación eterna, y después de un pasaje sagrado a otra vida, el lugar que me has preparado, en tu hogar, desde toda la eternidad.

Padre, sé que, en nombre de Jesús, siempre me lo concedes. PADRE, me conoces, tu hijo, me amas, haz lo que tu PADRE Corazón te dirá. Me abandono a ti! ¡Confío en ti, mi PADRE! Amén. Madre Eugenia Elisabetta Ravasio