Plegaria al santo de hoy: San Biagio, pide una gracia

Obispo de SAN BIAGIO
No se sabe mucho sobre la vida de San Biagio. Fue médico y obispo de Sebaste, en la actual Anatolia, entre los siglos III y IV. Fue el período en el que el Imperio Romano reconoció la libertad de culto a los cristianos, pero Licinio, que gobernaba Oriente, procedió a la persecución. Parece que el obispo Biagio se escondió en una cueva en las montañas, alimentado por los animales que lo visitaban. Descubierto que fue juzgado, le arrancaron la carne y luego lo sentenciaron a ser decapitado. Muchos fueron los prodigios que realizó incluso durante su encarcelamiento: salvó milagrosamente a un niño que se estaba muriendo por un hueso atrapado en la garganta. Por este motivo, se le considera el protector de la "glotonería". Además, San Blas es uno de los santos auxiliares, es decir, un santo invocado para la curación de determinadas dolencias. Y es tradición, durante la celebración de la Misa en su memoria, impartir una bendición especial por parte del sacerdote a las "gargantas" de los fieles, con dos velas bendecidas colocadas sobre la cruz.

SUMINISTRO EN SAN BIAGIO

Mártir glorioso, San Biagio, con sincera alegría le agradecemos por los muchos consuelos que nos ha brindado. Con el ejemplo de tu vida cristiana has sido testigo del amor fiel y total por Jesús, salvador del mundo. Te pedimos que seas misericordioso, obteniendo de Dios la gracia de la fidelidad a nuestro bautismo. El mundo de hoy nos corrompe con las atracciones paganas del dinero, el poder, el egoísmo: ayúdanos a ser testigos de las bienaventuranzas evangélicas, para el logro de la felicidad eterna y la salvación. Protégenos de las enfermedades de la garganta, por las cuales tu intercesión es admirable: haz que nuestras palabras y nuestras obras sean valientes, como profetas y testigos de la Palabra del Evangelio. Obtenga la gracia de Dios para disfrutar la dicha eterna en el cielo con usted.
Amén.