Ruego a las Almas del Purgatorio que reciten este mes para pedir su ayuda.

Muy amado Jesús, hoy te presentamos las necesidades de las almas del Purgatorio. Sufren mucho y desean ardientemente venir a Ti, su Creador y Salvador, para permanecer contigo para siempre. Te recomendamos, oh Jesús, todas las Almas del Purgatorio, pero especialmente aquellas que murieron repentinamente por accidentes, heridas o enfermedades, sin poder preparar su alma y posiblemente liberar su conciencia. También te rezamos por las almas más abandonadas y por los más cercanos a la gloria, como por las almas de los defensores de la Iglesia, de los escritores católicos, de los educadores cristianos. Le pedimos en particular que tenga piedad de las almas de nuestros familiares, amigos, conocidos e incluso de nuestros enemigos. Todos tenemos la intención de aplicar las indulgencias que estarán disponibles para nosotros. Oh querido Jesús, acepta estas humildes oraciones nuestras. Te los presentamos a través de las manos de María Santísima, tu Madre Inmaculada, el glorioso Patriarca San José, tu Padre putativo y todos los Santos en el Paraíso. Amén.