Ora y corona al Espíritu Santo para pedir sanidad.

SUPPLICAR AL ESPÍRITU SANTO
“¡Ven Espíritu Santo, derrama sobre nosotros la fuente de tus gracias y despierta un nuevo Pentecostés en la Iglesia! ¡Desciende sobre tus obispos, sobre sacerdotes, sobre religiosos y religiosas, sobre fieles y sobre aquellos que no creen, sobre los pecadores más duros y sobre cada uno de nosotros! ¡Baje en todos los pueblos del mundo, en todas las razas y en cada clase y categoría de personas! ¡Agítanos con tu aliento divino, purifícanos de todo pecado y líbranos de todo engaño y maldad! ¡Enciéndenos con tu fuego, déjanos arder y consumirnos en tu amor! Enséñanos a entender que Dios es todo, toda nuestra felicidad y alegría y que solo en él está nuestro presente, nuestro futuro y nuestra eternidad. ¡Ven a nosotros Espíritu Santo y transfórmanos, sálvanos, reconcílranos, únenos, conságranos! ¡Enséñanos a ser totalmente de Cristo, totalmente tuyo, totalmente de Dios! ¡Te lo pedimos por intercesión y bajo la guía y protección de la Santísima Virgen María, tu Inmaculada novia, Madre de Jesús y nuestra Madre, la Reina de la paz! ¡Amén!.

GUIRNALDA

En el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Oh Dios, ven a salvarme

Oh Señor, date prisa para ayudarme.

Gloria al Padre ...

Credo

Sobre los granos de nuestro Padre rezamos:

Ven Espíritu Consolador,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Ven Espíritu Consolador!

En los granos del Ave María, por favor:

Santo Padre, en el nombre de Jesús
envía tu espíritu para renovar el mundo.

Consagración al Espíritu Santo

Oh espíritu santo
Amor que procede del Padre y del Hijo.
Fuente inagotable de gracia y vida.
Deseo consagrarte mi persona,
mi pasado, mi presente, mi futuro, mis deseos,
mis elecciones, mis decisiones, mis pensamientos, mis afectos,
todo lo que me pertenece y todo lo que soy.

Todos los que conozco, a quienes creo conocer, a quienes amo
y todo con lo que mi vida entrará en contacto:
todos se beneficiarán con el poder de tu luz, tu calor, tu paz.

Eres señor y das vida
y sin tu fuerza nada es sin falta.

Oh espíritu de amor eterno
entra en mi corazón, renuévalo
y hacerlo cada vez más como el Corazón de María,
para que pueda ser, ahora y para siempre,
Templo y Tabernáculo de Tu Divina Presencia.