Tres días de oración a la Sagrada Familia para obtener una gracia segura.

Oh Dios, ven a salvarme. Oh Señor, date prisa para ayudarme. Gloria

Oh Personajes Sagrados, Jesús, María y José, penetrados por la consideración de mi nada, llenos de confianza y confianza en tu poderosa intercesión, pobre pecador, lleno de miseria, vengo a postrarme a tus pies pidiendo ayuda.

Ayuda, por lo tanto, tierno bebé Jesús, hecho pobre para enriquecer este vil gusano que se arrastra por la tierra; ayuda, por esa pobreza extrema que te hizo sobresalir en toda tu vida, imploro ayuda y ayuda en este trabajo que me oprime.

Oh mi querido Jesús, deleite de los ángeles, esplendor de los santos, luz de los ciegos que caminan a la sombra de la muerte, ven en mi defensa, que mis enemigos intenten, si pueden, quitarme el hermoso tesoro de mi alma. Pater, Ave, Gloria.

Oh, mi Señora y Madre, mi más querida María, ahora estoy a tus pies, y te pido que perdones las ofensas que han renovado tus dolores. Un hombre desagradecido ya no es digno de ser escuchado, pero, Madre mía, eres tan buena, tan misericordiosa, y tienes el deseo de agradecernos que de recibirlos.

Por lo tanto, en nombre de la Pasión de tu Hijo y tus dolores, te ruego que me ayudes, que me ayudes, que me ofrezcas tu mano derecha y que me concedas la gracia que te pido en este ejercicio sagrado. Pater, Ave, Gloria.

¡Castissimo Esposo de mi Reina, glorioso custodio de la pobre familia, Giuseppe Santo! Espero que tu novia, tu hijo me escuchen: ¿solo tú me rechazarás? ¿Simplemente no te moverás con lástima de mí? ¡Oh, mi Giuseppe, realmente espero que no! Sabes bien cuánto sufre un alma cuando está abandonada a sí misma, inmersa en la tribulación, en la aflicción, en la miseria del espíritu, ya que estuviste sujeto a todo esto en el curso de tu vida.

Levántate, pues, turbado, afligido, o pobre de José, y ven en mi defensa, y líbrame de mis males, porque tu honor será tuyo, tu gloria será tuya. Amén. Pater, Ave, Gloria.