Un hombre muere de rodillas frente al altar de la iglesia

Un hombre muere de rodillas: una iglesia en la Ciudad de México fue el escenario el domingo de la muerte de Juan, un hombre de unos sesenta años. Quien se arrodilló para rezar en la entrada de la iglesia, subió por la nave principal todavía de rodillas, se desmayó y murió a los pocos minutos frente al altar.

Esa misma tarde el párroco celebró la misa fúnebre de Juan acompañado de varios feligreses.

El informe oficial dice que Juan ingresó a la iglesia parroquial de Jesús Sacerdote. Alrededor del mediodía del 21 de febrero, murió poco después de rodillas ante el altar, unos 45 minutos antes del inicio de la misa de la tarde.

El sacristán, que presenció el derrumbe del hombre, informó de inmediato al párroco, el P. Sajid Lozano, quien llamó a una ambulancia, pero "había varias señales de que ya no podíamos hacerlo porque ya estaba muerto", dijo el cura.

Lozano dijo que “Juan vino con las piernas a su misa fúnebre. Su cuerpo allí presente, que es la muerte de los justos, una muerte sin sufrimiento ”. "Juan tuvo la fuerza y ​​el coraje de venir a la casa de Dios a tomar su último aliento", agregó.

Muere de rodillas en la iglesia

Según la revista Desde la Fe, una publicación de la arquidiócesis de la Ciudad de México, muy poca gente conocía a Juan. Conmovidos por la forma en que murió, muchos asistieron a la misa fúnebre.

Policías y paramédicos "nos dijeron que la muerte se había producido por un infarto repentino y que no había señales de violencia". El sacerdote le dijo a la revista arquidiocesana. Las autoridades también dieron permiso al sacerdote para continuar con la misa. Le sugirieron que buscara a uno de los parientes de Juan.

Un hombre muere de rodillas: la ley mexicana establece que cuando una persona muere fuera de un hospital. El cuerpo no puede ser retirado hasta que el forense y el fiscal local vengan a examinarlo. El cuerpo para verificar que no ha habido juego sucio.

En consecuencia, el cuerpo de Juan tuvo que dejarse justo donde murió. Dado que la misa del domingo iba a comenzar poco después de las 13:00 horas, Lozano tomó la repentina decisión de convertirla en una misa fúnebre por los difuntos.

Un joven que pasaba en la iglesia pudo identificar el cuerpo y luego acompañó a las autoridades a la residencia familiar. El hijo del fallecido se encontraba en casa y, conmocionado por la noticia, acudió a la iglesia para asistir a la misa fúnebre.

Como muestra de respeto, el cuerpo de Juan fue cubierto con una sábana blanca. Traído por uno de los fieles y se colocó una vela a sus pies.

El párroco contó a Desde la Fe que los fieles "estaban rezando por una persona que no conocían, pero que era miembro de la comunidad".

El dramático giro de los acontecimientos "tuvo un gran impacto en la gente", sorprendida por lo sucedido. “Juntos reflexionamos que la muerte es solo el final de nuestro peregrinaje en este mundo, pero el comienzo de la vida eterna”, concluyó.