Una oración cuando te sientes cansado en la vida.

No tengas miedo; no se desanime. Sal y enfréntate a ellos mañana, y el Señor estará contigo. 2 Crónicas 20:17 ¿Sientes la tensión que parece impregnar el aire de este mundo últimamente? Las cosas simplemente parecen pesadas. Los corazones duelen. La gente está desanimada e insatisfecha. Parece que el mundo entero está agotado por las luchas y sería muy fácil ceder al empuje del cansancio y el descontento. En medio del conflicto y la lucha, podemos comenzar a sentirnos abrumados, agotados y simplemente cansados. Cuando estos sentimientos llegan y persisten mucho más allá de su bienvenida, ¿qué podemos hacer para mantener la cabeza en alto? ¿Cómo podemos mantener la confianza cuando las cosas parecen tan difíciles? Quizás un buen lugar para comenzar es mirar a alguien más que estaba cansado en la batalla y ver cómo lo superaron. En 2 Crónicas 20, Josafat se enfrenta a una multitud que ha venido contra él. Tendrá que luchar contra sus enemigos. Sin embargo, cuando busca el plan de batalla de Dios, ve que es ligeramente diferente de lo que podría haber considerado.

Tal vez, como Josafat, el plan de Dios para superar nuestras batallas parece un poco diferente al nuestro. Amigo cansado de la batalla, no necesitamos ser abrumados por las luchas y las dificultades que nos rodean. Abandonamos nuestro plan de batalla con todo el miedo, la preocupación, el desánimo, el influjo y la lucha que trae y, en cambio, seguimos el plan de Dios. Podemos abrazar la paz, la esperanza y la certeza que nos ofrece. Después de todo, su récord de victorias es bastante sólido. Oremos: Señor, lo admito, estoy cansado. La vida va a millones de millas por hora y solo estoy tratando de aguantar. Estoy cansado y asustado cuando miro hacia el futuro y pienso en todo lo que se avecina. Señor, sé que quieres que confíe en ti a través de esto. Sé que quieres que abandone este cansancio. Ahora me rindo. Lléname de tu fuerza. Lléname de tu presencia. Ayúdame a encontrar momentos de descanso y rejuvenecimiento hoy. Gracias por no dejarnos nunca en medio de la batalla. Gracias por tu eterna fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.