Unidos ante los hombres y ante Dios: Santa Ana y San Joaquín, Santos Isabel y Zacarías.

Continuamos la página dedicada a pares de santos casarse contándote la historia de Santa Ana y San Joaquín y de los Santos Isabel y Zacarías.

Santa Ana y San Joaquín

La historia de Santa Anna y San Gioacchino

Santa Ana y San Joaquín eran una pareja de santos casados, que dieron origen a la Virgen maria. Según la tradición cristiana, Anna fue estéril y había orado a Dios por un hijo. Un día, durante la oración, un ángel se le apareció a Anna y le dijo que iba a tener un hijo.

San Joaquín, su esposo, había tenido la misma visión, y juntos decidieron dedicarse a la oración ya la espera de su futuro hijo. Después de nueve meses, Anna dio a luz al Virgen maria.

La familia de Sant'Anna y San Gioacchino vivía entonces en armonía y paz, y su amor y dedicación a Dios inspiraron a su hija a convertirse en la Madre de jesus, el hijo de Dios.

Santos Isabel y Zacarías

Santos Isabel y Zacarías

San Zacarías era una sacerdote del templo de Jerusalén, mientras Santa Isabel ella era una mujer muy piadosa y buena. La pareja se casó a una edad temprana y vivieron juntos toda su vida, dedicándose a la oración y al servicio de los demás.

Un día, San Zaccaria fue llamado para realizar una servicio especial en el santuario del templo, donde se encontró con un angelo que anunció el nacimiento de un hijo. Inicialmente incrédulo, el sacerdote le aseguró que intentaría hacer la voluntad de Dios.

Santa Isabel, por su parte, embarazada, había sido ocultado por la sociedad por miedo a los juicios. Cuando los dos esposos se encontraron, a pesar de ella vejez, Santa Isabel pudo concebir un hijo, Juan el Bautista, el precursor de Jesús.

Santa Isabel y San Zacarías representan dos figuras de santos que se dedican a servicio de fe, en la vida conyugal y en su relación con Dios.