Evangelio del 20 de enero de 2021 con el comentario del Papa Francisco

LECTURA DEL DÍA
De la carta a los judíos.
Hebreos 7,1, 3.15-17-XNUMX

Hermanos, Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, fue al encuentro de Abraham cuando regresaba de haber derrotado a los reyes y lo había bendecido; Abraham le dio el diezmo de todo.

En primer lugar, su nombre significa "rey de justicia"; entonces también es rey de Salem, que es "rey de paz". Él, sin padre, sin madre, sin genealogía, sin principio de días ni fin de vida, hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

[Ahora,] surge, a semejanza de Melquisedec, un sacerdote diferente, que no se ha convertido en tal según una ley prescrita por los hombres, sino por el poder de una vida indestructible. De hecho, se le da este testimonio:
«Eres un sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec ».

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Marcos
Mc 3,1-6

En ese momento, Jesús entró nuevamente a la sinagoga. Había un hombre allí que tenía una mano paralizada, y debían ver si lo curaba en sábado, para acusarlo.

Le dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "¡Levántate, ven aquí en el medio!" Luego les preguntó: "¿Es lícito en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o matarla?" Pero ellos guardaron silencio. Y mirándolos a todos alrededor con indignación, entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: "¡Extiende tu mano!" Lo extendió y su mano quedó sana.

Y los fariseos salieron inmediatamente con los herodianos y tomaron consejo contra él para hacerlo morir.

PALABRAS DEL SANTO PADRE
La esperanza es un don, es un don del Espíritu Santo y por eso Pablo dirá: 'Nunca defrauda'. La esperanza nunca decepciona, ¿por qué? Porque es un don que nos ha dado el Espíritu Santo. Pero Pablo nos dice que la esperanza tiene un nombre. La esperanza es Jesús Jesús, la esperanza, lo vuelve a hacer todo. Es un milagro constante. No solo hizo milagros de curación, muchas cosas: esas fueron solo señales, señales de lo que está haciendo ahora, en la Iglesia. El milagro de rehacerlo todo: lo que hace en mi vida, en tu vida, en nuestra vida. Rehacer. Y lo que vuelve a hacer es precisamente el motivo de nuestra esperanza. Es Cristo quien rehace todas las cosas de manera más maravillosa que la Creación, es la razón de nuestra esperanza. Y esta esperanza no defrauda, ​​porque Él es fiel. No puede negarse a sí mismo. Ésta es la virtud de la esperanza. (Santa Marta - 9 de septiembre de 2013