Evangelio de hoy 10 de diciembre de 2020 con las palabras del Papa Francisco

LECTURA DEL DÍA
Del libro del profeta Isaia
Is 41,13-20

Yo soy el Señor tu Dios,
que te sostengo a la derecha
y yo os digo: «No tengáis miedo, vendré en vuestra ayuda».
No temas, gusano de Jacob,
larva de Israel;
Vengo en tu ayuda - oracolo del Señor -,
tu redentor es el Santo de Israel.

He aquí, te hago como una trilladora nueva y aguda,
equipado con muchos puntos;
trillarás los montes y los trillarás,
reducirás los cuellos a paja.
Los tamizarás y el viento se los llevará,
el torbellino los dispersará.
Pero tú te regocijarás en el Señor,
te gloriarás del Santo de Israel.

Los miserables y los pobres buscan agua, pero no la hay;
tienen la lengua reseca de sed.
Yo, el Señor, les responderé,
Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
Haré correr ríos sobre colinas estériles,
fuentes en medio de los valles;
Convertiré el desierto en un lago de agua,
la tierra árida en la zona de los manantiales.
En el desierto plantaré cedros,
acacias, mirtos y olivos;
en la estepa colocaré cipreses,
olmos y abetos;
para que vean y sepan,
considerar y comprender al mismo tiempo
que esto fue hecho por la mano del Señor,
el Santo de Israel lo creó.

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Mateo
Mt 11,11-15

En ese momento, Jesús dijo a la multitud:

«De cierto os digo: entre los nacidos de mujer no hay nadie más grande que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia y los violentos se apoderan de él.
De hecho, todos los Profetas y la Ley le profetizaron a Juan. Y, si quieren entender, él es el Elías que vendrá. ¡Quién tiene oídos, escucha! "

PALABRAS DEL SANTO PADRE
El testimonio de Juan el Bautista nos ayuda a avanzar en nuestro testimonio de vida. La pureza de su anuncio, su valentía en proclamar la verdad logró despertar las expectativas y esperanzas del Mesías que habían estado dormidas durante mucho tiempo. Incluso hoy, los discípulos de Jesús están llamados a ser sus testigos humildes pero valientes para reavivar la esperanza, para hacer comprender que, a pesar de todo, el reino de Dios se sigue construyendo día a día con la fuerza del Espíritu Santo. (Ángelus, 9 de diciembre de 2018)