Evangelio de hoy 23 de diciembre de 2020 con las palabras del Papa Francisco

LECTURA DEL DÍA
Del libro del profeta Malaquías
Ml 3,1-4.23-24

Así dice el Señor: «He aquí, enviaré a mi mensajero para preparar el camino delante de mí e inmediatamente el Señor a quien buscáis entrará en su templo; y el ángel del pacto, a quien anhelas, aquí viene, dice el Señor de los ejércitos. ¿Quién soportará el día de su venida? ¿Quién resistirá su aparición? Él es como el fuego de la fundición y como la lejía de los lavanderos. Se sentará a fundir y purificar la plata; purificará a los hijos de Leví y los refinará como el oro y la plata, para que puedan ofrecer al Señor una ofrenda conforme a la justicia. Entonces la ofrenda de Judá y de Jerusalén será grata al Señor como en los días pasados, como en los años lejanos. He aquí, enviaré al profeta Elías antes que llegue el día grande y terrible del Señor: él convertirá el corazón de los padres en los hijos y el corazón de los hijos en los padres, para que cuando yo venga, no golpearé la tierra con exterminio ".

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Lucas
Lc 1,57-66

En esos días, llegó el momento de que Isabel diera a luz y dio a luz a un hijo. Sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había mostrado gran misericordia y se regocijaron con ella. Ocho días después vinieron a circuncidar al niño y quisieron llamarlo por el nombre de su padre, Zaccarìa. Pero su madre intervino: "No, su nombre será Giovanni". Le dijeron: "No hay nadie de tu parentela con ese nombre". Luego asintieron con la cabeza a su padre como quería que se llamara. Pidió una tableta y escribió: "Juan es su nombre". Todos estaban asombrados. Al instante se le abrió la boca y se le soltó la lengua, y habló bendiciendo a Dios, y todos sus vecinos se llenaron de temor, y se habló de todas estas cosas en toda la región montañosa de Judea.
Todos los que los escucharon los guardaron en su corazón, diciendo: "¿Qué será este niño?"
Y ciertamente la mano del Señor estaba con él.

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Todo el acontecimiento del nacimiento de Juan Bautista está rodeado de un gozoso sentimiento de asombro, sorpresa y gratitud. Asombro, sorpresa, gratitud. La gente siente un temor santo de Dios "y se habló de todas estas cosas en la región montañosa de Judea" (v. 65). Hermanos y hermanas, los fieles sienten que ha sucedido algo grande, aunque sea humilde y escondido, y se preguntan: "¿Qué será este niño?". Preguntémonos, cada uno de nosotros, en un examen de conciencia: ¿Cómo es mi fe? ¿Es alegre? ¿Está abierto a las sorpresas de Dios? Porque Dios es el Dios de las sorpresas. ¿He "saboreado" en mi alma esa sensación de asombro que da la presencia de Dios, esa sensación de gratitud? (Ángelus, 24 de junio de 2018