Evangelio de hoy 23 de noviembre de 2020 con las palabras del Papa Francisco

LECTURA DEL DÍA
Del libro del Apocalipsis de San Juan Apóstol
Ap 14,1-3.4b-5

Yo, Juan, vi: aquí está el Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil personas, que llevaban su nombre y el nombre de su Padre escritos en la frente.

Y oí una voz que venía del cielo, como el estruendo de grandes aguas y como el estruendo de un gran trueno. La voz que escuché era como la de los músicos de cítara que se acompañan en el canto con sus liras. Cantan como un cántico nuevo ante el trono y ante los cuatro seres vivientes y los ancianos. Y nadie podía entender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, los redimidos de la tierra.
Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos han sido redimidos entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. No se encontró mentira en su boca: están impecables.

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Lucas
Lc 21,1-4

En ese momento, Jesús miró hacia arriba y vio a los ricos arrojando sus ofrendas en el tesoro del templo.
También vio a una viuda pobre, que arrojó dos monedas en ella y dijo: «De cierto os digo: esta viuda, tan pobre, ha echado más que nadie. Todos ellos, de hecho, han tirado parte de lo superfluo como ofrenda. En cambio, ella, en su miseria, tiró todo lo que tenía para vivir ».

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Jesús observa a esa mujer con atención y llama la atención de los discípulos sobre el marcado contraste de la escena. Los ricos dieron, con gran ostentación, lo que les sobraba, mientras que la viuda, con discreción y humildad, dio "todo lo que tenía para vivir" (v. 44); por esto - dice Jesús - dio más que todo. Amar a Dios "con todo el corazón" significa confiar en él, en su providencia, y servirle en los hermanos más pobres sin esperar nada a cambio. Ante las necesidades de nuestro prójimo, estamos llamados a privarnos de algo indispensable, no solo de lo superfluo; estamos llamados a entregar algunos de nuestros talentos de manera inmediata y sin reservas, no después de haberlos utilizado para nuestros fines personales o grupales. (Ángelus, 8 de noviembre de 2015