Evangelio de hoy 29 de noviembre de 2020 con las palabras del Papa Francisco

LECTURA DEL DÍA
Primera lectura

Del libro del profeta Isaia
Es 63,16b-17.19b; 64,2-7

Tú, Señor, eres nuestro padre, siempre has sido llamado nuestro redentor.
¿Por qué, Señor, nos dejas desviarnos de tus caminos y dejas que nuestro corazón se endurezca para que no te temas a ti mismo? Vuélvete por tus siervos, por las tribus, tu heredad.
¡Si destrozas los cielos y bajas!
Las montañas temblarían ante ti.
Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos
descendiste y las montañas temblaron ante ti.
Nunca se habló de tiempos lejanos,
el oído no escuchó,
ojo ha visto un solo Dios, aparte de ti,
ha hecho tanto por quienes confían en él.
Sales al encuentro de los que practican la justicia con alegría
y recuerdan tus caminos.
Mira, estás enojado porque hemos pecado contra ti durante mucho tiempo y hemos sido rebeldes.
Todos nos hemos convertido en inmundos,
y como paño inmundo son todos nuestros actos de justicia;
todos nos hemos secado como hojas, nuestras iniquidades nos han llevado como el viento.
Nadie dijo tu nombre, nadie se despertó para aferrarse a ti;
porque nos escondiste tu rostro,
nos pusiste a merced de nuestra iniquidad.
Pero, Señor, tú eres nuestro padre;
somos barro y tu eres quien nos moldea,
todos somos obra de tus manos.

Segunda lectura

De la primera carta de San Pablo Apóstol a los Corintios.
1Cor 1,3-9

Hermanos, gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
De continuo doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia de Dios que les fue dada en Cristo Jesús, porque en él han sido enriquecidos con todos los dones, los de la palabra y los del conocimiento.
El testimonio de Cristo está tan firmemente establecido entre ustedes que no les falta carisma, que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él te hará firme hasta el fin, irreprensible en el día de nuestro Señor Jesucristo. ¡Digno de fe es Dios, por quien fuiste llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor!

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Marcos
Mc 13,33-37

En ese momento, Jesús dijo a sus discípulos: «Tengan cuidado, permanezcan despiertos, porque no saben cuándo es el momento. Es como un hombre que se fue después de dejar su casa y dio poder a sus sirvientes, a cada uno su propia tarea, y ordenó al portero que vigilara.
Velad, pues,: no sabéis cuándo volverá el dueño de la casa, si al anochecer, a medianoche, al canto del gallo, o al amanecer; asegúrese de que, al llegar de repente, no esté dormido.
Lo que les digo, se lo digo a todos: ¡manténganse despiertos! ».

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Hoy comienza el Adviento, tiempo litúrgico que nos prepara para la Navidad, invitándonos a levantar la mirada y abrir el corazón para recibir a Jesús En Adviento no vivimos sólo en anticipación a la Navidad; también estamos invitados a despertar la expectativa del regreso glorioso de Cristo -cuando al final de los tiempos regresará-, preparándonos para el encuentro final con él con opciones coherentes y valientes. Recordamos la Navidad, esperamos el regreso glorioso de Cristo, y también nuestro encuentro personal: el día en que el Señor llamará. En estas cuatro semanas estamos llamados a salir de un modo de vida resignado y rutinario, y salir alimentando esperanzas, alimentando sueños de un nuevo futuro. Este momento es oportuno para abrir nuestro corazón, para hacernos preguntas concretas sobre cómo y para quién gastamos la vida. (Ángelus, 2 de diciembre de 2018