Evangelio de hoy 30 de septiembre de 2020 con las palabras del Papa Francisco

LECTURA DEL DÍA
Del libro de Job
Trabajo 9,1-12.14-16

Job respondió a sus amigos y comenzó a decir:

"En verdad sé que es así:
¿Y cómo puede un hombre ser recto ante Dios?
Si alguien quiere discutir con él,
no sería capaz de responder una vez en mil.
Él es sabio de mente, poderoso en fuerza:
¿Quién se le opuso y se mantuvo a salvo?
Mueve montañas y ellos no lo saben
en su ira los abruma.
Sacude la tierra de su lugar
y tiemblan sus columnas.
Manda al sol y no sale
y sella las estrellas.
El solo despliega los cielos
y camina sobre las olas del mar.
Crea el oso y el Orión,
las Pléyades y las constelaciones del cielo austral.
Hace cosas tan grandes que no se pueden investigar,
maravillas que no se pueden contar.
Si me pasa y no lo veo,
se va y no lo noto.
Si secuestra algo, ¿quién puede detenerlo?
¿Quién puede decirle: "¿Qué estás haciendo?".
Mucho menos pude responderle,
elegir las palabras para decirle;
Yo, aunque tuviera razón, no podría contestarle,
Debería pedirle piedad a mi juez.
Si lo llamo y me responde,
No creo que escuchara mi voz.

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Lucas
Lc 9,57-62

En ese momento, mientras caminaban por el camino, un hombre le dijo a Jesús: "Te seguiré adondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen sus madrigueras y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza".
A otro le dijo: "Sígueme". Y él dijo: "Señor, déjame ir y enterrar a mi padre primero". Él respondió: "Que los muertos entierren a sus muertos; pero vas y anuncias el reino de Dios ».
Otro dijo: “Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de los de mi casa ». Pero Jesús le respondió: "Nadie que pone la mano en el arado y luego vuelve atrás es apto para el reino de Dios".

PALABRAS DEL SANTO PADRE
La Iglesia, para seguir a Jesús, es itinerante, actúa de forma inmediata, rápida y decidida. El valor de estas condiciones puestas por Jesús - itinerancia, disposición y decisión - no reside en una serie de "no" dichos a las cosas buenas e importantes de la vida. Más bien, el énfasis debe ponerse en el objetivo principal: ¡convertirse en discípulo de Cristo! Una elección libre y consciente, hecha por amor, para corresponder a la inestimable gracia de Dios, y no hecha como una forma de promocionarse. Jesús quiere que seamos apasionados por él y el Evangelio. Una pasión del corazón que se traduce en gestos concretos de cercanía, de cercanía con los hermanos más necesitados de acogida y cuidado. Tal como él mismo vivió. (Ángelus, 30 de junio de 2019