Evangelio de hoy 9 de enero de 2021 con las palabras del Papa Francisco

El Papa Francisco elogió a “los santos que viven al lado” durante la pandemia de COVID-19 y dijo que los médicos y otras personas que todavía están trabajando son héroes. Aquí se ve al Papa celebrando la Misa del Domingo de Ramos a puerta cerrada debido al coronavirus.

LECTURA DEL DÍA
De la primera carta de San Juan Apóstol
1 Juan 4,11: 18-XNUMX

Queridos amigos, si Dios nos amó así, también nosotros debemos amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios; si nos amamos, Dios permanece en nosotros y su amor es perfecto en nosotros.

En esto sabemos que permanecemos en él y él en nosotros: nos ha dado su Espíritu. Y nosotros mismos hemos visto y testificamos que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios, y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene en nosotros. Dios es amor; el que permanece enamorado permanece en Dios y Dios permanece en él.

En este amor ha alcanzado su perfección entre nosotros: que tengamos fe en el día del juicio, porque como él es, así somos nosotros también en este mundo. En el amor no hay miedo, al contrario el amor perfecto aleja el miedo, porque el miedo supone un castigo y quien teme no es perfecto en el amor.

EVANGELIO DEL DIA
Del Evangelio según Marcos
Mc 6,45-52

[Después de que los cinco mil hombres estuvieron satisfechos], Jesús inmediatamente obligó a sus discípulos a subir a la barca y pasar delante de él al otro lado, a Betsaida, hasta que despidió a la multitud. Cuando los hubo despedido, fue al monte a orar.

Cuando llegó la noche, la barca estaba en medio del mar y él, solo, en tierra. Pero al verlos cansados ​​de remar, porque tenían viento contrario, al final de la noche se dirigió hacia ellos caminando sobre el mar, y quiso adelantarlos.

Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron: "¡Es un fantasma!", Y empezaron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban conmocionados. Pero inmediatamente les habló y les dijo: "¡Vamos, soy yo, no tengas miedo!" Y subió al bote con ellos y el viento se detuvo.

Y por dentro estaban profundamente asombrados, porque no habían entendido el hecho de los panes: su corazón estaba endurecido.

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Este episodio es una maravillosa imagen de la realidad de la Iglesia de todos los tiempos: un barco que, a lo largo de la travesía, debe afrontar también vientos en contra y tormentas, que amenazan con abrumarla. Lo que la salva no es el coraje y las cualidades de sus hombres: la garantía contra el naufragio es la fe en Cristo y en su palabra. Esta es la garantía: la fe en Jesús y en su palabra. En este barco estamos a salvo, a pesar de nuestras miserias y debilidades ... (Ángelus, 13 de agosto de 2017)