Ve los ojos de la estatua del Padre Pío moverse y luego sana inexplicablemente

Statua_di_Padre_Pio, _Crotone

Como prometió el Padre Pío, que opera más hoy que vivo, el último episodio en orden cronológico cuenta la inexplicable curación de una mujer de Pesaro tratada milagrosamente por el santo capuchino.

Muchos han tenido la alegría de conocerlo personalmente y muchos han sido "tocados" por él en cuerpo y espíritu. Y luego están aquellos que también continúan sintiendo, sin saberlo, su presencia vinculada a ese aroma embriagador de flores extrañas y el escritor ha tenido una experiencia directa de ello.

Muchos dicen que un fenómeno inexplicable del paso de P. Pio en el final del milenio reciente, una presencia desconcertante susurra a otros, los testimonios de la vida vivida por los protagonistas pueden parecer a veces improbables (como en los diversos casos de bilocación), ciertamente inexplicable con el única fuerza de la razón: para todo el Fraile de Pietrelcina es un signo de la presencia de lo Divino.

Su nombre es Anna Maria Sartini, Pesaro, de 67 años, que padece desde hace años el síndrome de Sjogren: un virus inflamatorio de origen autoinmune que afecta las glándulas salivales y lagrimales, causando fatiga y dolor en las articulaciones. La señora le dijo a un periodista de un periódico local en detalle lo que parece ser algo inexplicable.

Durante la celebración de la Santa Misa, en el día dedicado al paciente en la Iglesia del Puerto, Anna Maria sintió un intenso perfume antinatural de flores frente a la estatua del Padre Pío, que muchos atribuyen a la presencia del santo capuchino.

Durante una misa de pacientes celebrada en la Iglesia de Oporto, la Sra. Sartini, una mujer de fe que vivió y practicó, percibió un intenso perfume de flores en una dama que pasó junto a ella. Incluso si la dama en cuestión juró que nunca había usado perfumes. Se arrodilló frente a su estatua y afirma haber visto claramente que los ojos del santo se mueven y sus párpados se agitan varias veces. ¿Quién sabe? el hecho es que ella comenzó a derramar lágrimas nuevamente y a tener una salivación normal, cosas que no le habían sucedido en más de 10 años. Sartini afirma que desde ese día se ha recuperado y ya no usa ningún medicamento y que los ha suspendido por algún tiempo, sin tener más problemas.