Virgen de la Noche, una oración para calmar los sufrimientos de la noche

Tu conoces la oración "Virgen de la noche"?

La noche es un momento en el que los miedos y las ansiedades pueden encontrar su camino y perturbar su espíritu y su descanso. Muchas veces estos terrores nocturnos son ingobernables, no podemos sacarlos de nuestra mente y sentimos que nos asfixian y nos privan de la esperanza.

Sin embargo, aunque no podemos elegir cómo nos sentimos o cómo manejamos estas emociones negativas, podemos ponerlas en las manos de Dios, confiar ciegamente en Él y recordar que Él siempre nos da todo lo que necesitamos. Jesús nos ofreció a su Madre para acompañarnos en el camino para encontrarlo; María siempre quiere calmar nuestra angustia.

Esta es la oración a Nuestra Señora de la Noche que escribió. Monseñor Antonio Bello (1935-1993), obispo italiano. Ella es muy hermosa.

“Virgen de la noche”, oración para calmar la angustia nocturna con María

Santa María, Virgen de la Noche,
Por favor, quédate cerca de nosotros cuando el dolor esté sobre nosotros.
Y la prueba estalla y el viento de la desesperación silba
y el cielo negro de las preocupaciones,
o el frío de los delirios o el ala severa de la muerte.

Líbranos de la emoción de la oscuridad.
En la hora de nuestro Calvario, tú,
que viviste el eclipse solar,
extiende tu manto sobre nosotros, porque envuelto en tu aliento,
la larga espera por la libertad es más llevadera.

Aligera el sufrimiento de los enfermos con las caricias de la Madre.
Llena el amargo tiempo de quien está solo con presencias amistosas y discretas.
Apaga el fuego de la nostalgia en los corazones de los marineros,
y ofréceles tu hombro para que apoyen la cabeza en él.

Protege a nuestros seres queridos que trabajan en tierras alejadas del mal.
Y consolar a los que han perdido la fe en la vida
con el brillo conmovedor de sus ojos.

También hoy se repite el himno del Magnificat
y anuncios de justicia
a todos los oprimidos de la tierra.
No nos dejes solos por la noche cantando nuestros miedos.
De hecho, en tiempos de oscuridad te acercarás a nosotros
y nos susurrarás que tú también, Virgen de Adviento,
estas esperando la luz
las fuentes de lágrimas se secarán en nuestros rostros
y nos despertaremos juntos al amanecer.

Que así sea.