Te digo por qué es esencial invocar a San Miguel en este período de coronavirus.

En este período de coronavirus y emergencia de salud que experimentamos en todo el mundo, la historia nos enseña que es bueno invocar al arcángel San Miguel.

De hecho, en 590 la ciudad de Roma estaba bajo el asedio de la peste. El papa Gregorio Magno instituyó el ayuno y las oraciones entre los fieles. Mientras todos estaban en procesión por el Tíber, apareció el arcángel San Miguel, muy invocado y rezado por los fieles, que colocaron la espada en su vaina.

Desde ese momento la plaga se detuvo.

Invocamos al príncipe de la Iglesia de San Michele y al terror de los demonios para liberarnos del mal y del coronavirus.

CONSAGRACIÓN A SAN MICHELE ARCANGELO

Príncipe más noble de las Jerarquías Angélicas, valiente guerrero del Altísimo, celoso amante de la gloria del Señor, terror de los ángeles rebeldes, amor y deleite de todos los ángeles justos, mi más querido Arcángel San Miguel, porque deseo ser contado en el número de devotos y de tus sirvientes, hoy me ofrezco como tal, me entrego y me consagro a ti, y pongo a mí, a mi familia y a todo lo que me pertenece bajo tu más poderosa protección. La ofrenda de mi servidumbre es pequeña, ya que soy un miserable pecador. Pero te gusta el cariño de mi corazón. Recuerde también que si a partir de hoy estoy bajo su patrocinio, debe ayudarme en toda mi vida y procurarme el perdón de mis muchos y graves pecados, la gracia de amar a mi Dios desde el corazón, mi querido Salvador Jesús y mi dulce Madre María, y suplícame por esas ayudas que son necesarias para llegar a la corona de la gloria. Defiéndeme siempre de los enemigos de mi alma, especialmente en el punto extremo de mi vida. Ven, entonces, oh Príncipe más glorioso, y ayúdame en la última pelea. Con tu poderosa arma, aléjate de mí hacia el abismo del infierno, ese ángel arrogante y altivo que un día te postraste en combate en el cielo. Amén.