Vía Bíblica de la Cruz: Jesús lleva la cruz

Mi querido Señor, te cargaron con la pesada madera de la Cruz. Es imposible entender cómo un hombre que estuvo en estrecho contacto con Dios, un hombre que sanó, liberó, hizo maravillas como tú, ahora se encuentra considerado un criminal y condenado a muerte sin ninguna ayuda divina. Pocos pueden entender el verdadero significado de lo que está haciendo ahora. Tú, mi querido Jesús, nos estás dando un mensaje fuerte, un mensaje único que solo aquellos que aman infinitamente como tú pueden dar. En este Vía Crucis describe la vida de cada uno. Claramente nos dices que el Cielo está atento a nosotros pero primero debemos experimentar la condenación, la caída, las lágrimas, el sufrimiento, el rechazo. Nos dices que antes de la vida eterna, cada uno de nosotros debe caminar por el camino de la cruz. Entonces Jesús, te pido que te mantengas cerca de mí en este mi camino de la cruz. Le pido a tu madre María que se quede cerca de mí como estuvo cerca de ti en el camino del Calvario. Y si por casualidad Jesús ve que mi camino en este mundo que te lleva a ti se desvíe, pon en mi camino la ayuda del Cirene, el consuelo de Verónica, el encuentro con tu Madre, el consuelo de las mujeres, el consentimiento del buen ladrón. . Mi querido Jesús, hazme posible vivir el mismo Vía Crucis que el tuyo, pero no permitas que la maldad de este mundo me desvíe de ti. En este fatigoso viaje que estás haciendo con la Cruz sobre tus hombros une tus sufrimientos con los míos y déjame un día unir tus alegrías con las mías. Esta es la simbiosis perfecta de un verdadero cristiano, cuando todos sufrimos juntos y cuando todos nos regocijamos juntos. Tener los mismos sentimientos unidos a los del Dios de uno.