Oración de la tarde para pedir la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes (Escucha mi humilde oración, tierna Madre)

Orar es una hermosa manera de reencontrarse con Dios o los santos y pedir consuelo, paz y serenidad para uno mismo y sus seres queridos. Todos dirigen su oración al santo o a la venerada Virgen. Son muchos los fieles que invocan la Virgen de lourdes para pedir protección, consuelo y gracias especiales.

Madonna

Lourdes es un lugar de peregrinación muy importante para los fieles que creen en los milagros, ya que Nuestra Señora de Lourdes está asociada a varios apariciones marianas que supuestamente le sucedió en 1858 a una niña llamada Bernadette Soubirous.

La oración vespertina a la Virgen de Lourdes es un momento de intimidad y reflexión en el que nos dirigimos a la Virgen con sentimientos de gratitud, esperanza y confianza. Durante este tiempo de oración, puedes preguntar gracias especiales, intercesiones por la salud y el bienestar de sus seres queridos, o simplemente agradecer Nuestra Señora por la protección que nos brinda cada día.

Orar es también una forma de fortalece tu fe y renovar el vínculo con la Virgen, considerada la madre de todos los creyentes. Hacerlo por la noche te permitirá terminar el día en paz, poniendo tus manos en las manos de María. ansiedades y preocupaciones.

rezar

Oración para pedir la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes

O Virgen Inmaculada, Madre de Misericordia, salud de los enfermos, refugio de los pecadores, consoladora de los afligidos. ¡Tú conoces mis necesidades, mis sufrimientos! Dígnate volver hacia mí una mirada favorable para mi alivio y consuelo.

Al aparecer en el cueva de lourdes, quisiste que se convirtiera en un lugar privilegiado desde donde difundir tus gracias y muchos desdichados ya han encontrado allí el remedio a sus problemas. enfermedades espirituales y corporal.

yo tambien vengo lleno de confianza para implorar tus favores maternales. Conceder, Oh Madre tierna, mi oración humilde y colmada de tus beneficios, me esforzaré en imitar tus virtudes, para algún día participar de tu gloria en Paraíso. Amén.