Esas horrendas blasfemias, "Es como tirar a Dios al suelo y pisotearlo con los pies" dijo el Padre Pío

Hoy queremos hablar de blasfemia, algo que lamentablemente se ha vuelto utilizado en el lenguaje cotidiano de varias personas. Con demasiada frecuencia escuchamos a hombres y mujeres decir malas palabras en la calle, en casa, en las oficinas.

gritar

Le motivaciones la base para jurar puede ser diferente. Algunas personas pueden hacer esto por costumbre o para intentar parecer más amables. interesante y rebelde. Otros pueden sentirse impulsados ​​por la frustración, ira o disgusto. En cualquier caso, el efecto de la blasfemia sigue siendo el mismo: sí ofende a dios y la relación de amistad con Él se rompe.

Para la iglesia la blasfemia es una peccato mortale, que compromete radicalmente la relación de amistad con Dios.

Las consecuencias de la blasfemia

Para entender el significado de peccato mortale, basta pensar en una relación de amistad arruinada por un acto grave, un mal gesto o algo imperdonable cometido por cualquiera de las partes. Sin embargo, en el caso de la blasfemia, la relación que descansos es el de Dios, que siempre nos acoge con agrado todo lo malo que hacemos y nos perdona constantemente.

niño

Pero ¿por qué es tan grave romper la amistad con Dios? Desde una perspectiva religiosa, Dios es amor a sí mismo y ofrece su amor incondicionalmente a todas las personas. Mantener una relación de amistad con Dios significa aceptar y responder con amor a esta oferta. En la base de esta amistad está el fe, confianza, oración, devoción y observancia de los mandamientos.

Por lo tanto, blasfemar no sólo ofende a Dios, sino que también demuestra la falta de respeto hacia quienes practican la fe religiosa. Las personas religiosas pueden sentir herido o indignado si escuchan a alguien decir malas palabras y esto puede afectar negativamente las relaciones interpersonales.

Por remedio a este pecado mortal, el Iglesia catolica enseña que la persona debe confesar sinceramente la pecado al sacerdote durante el sacramento de reconciliación, arrepiéntete sinceramente y comprométete a no cometer el mismo pecado en el futuro.